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    ACTIVANDO LOS SENTIDOS: BOLAS SENSORIALES

    Sensorial

    Los sentidos son canales naturales de aprendizaje, a través de ellos podemos conocer nuestro entorno y descubrir las características propias de los objetos.

     

    Es a través de los sentidos y la exploración del entorno mediante el movimiento (acción y experimentación), que se da inicio al proceso de asimilación (incorporar nueva información a ideas ya existentes) y de acomodación (adaptar una idea ya adquirida a una nueva situación), es decir, al proceso de aprendizaje y a la comprensión del mundo que nos rodea. Este proceso tiene lugar de forma natural en todas las personas desde el nacimiento.

     

    ¿Cómo estimular los sentidos?

    Para activar los sentidos podemos hacer uso de distintos materiales que presenten características perceptuales diversas para que los niños puedan identificarlas o ir descubriéndolas al manipularlas, si bien el descubrimiento a través del juego libre es importante en el proceso de aprendizaje, la participación del adulto ya sea como guía o compañía durante su juego hará que estos aprendizajes sean significativos, porque además de desarrollar el aspecto cognitivo y motor también podrá desarrollar el lenguaje y el ámbito socio-emocional, fundamentales durante la primera infancia. 

    Un material muy recomendado para estimular los sentidos son las bolas sensoriales, las cuales se pueden utilizar de distintas maneras desde edades muy tempranas, incluso desde el nacimiento, hasta edades avanzadas. Por este motivo se recomienda su uso en niños y adultos con necesidades especiales, así como personas diagnosticadas con TDAH. Es un excelente recurso para la atención educativa y de rehabilitación.

     

    Este juego de bolas sensoriales es ideal para realizar actividades educativas y lúdicas que estimulen los sentidos a partir de la observación y la manipulación, además promueven el movimiento despiertan el interés por los elementos del entorno, además de tener un efecto calmante que ayuda a reducir la ansiedad y a aliviar la tensión o la sobreestimulación. Brindan el ambiente perfecto para despertar los sentidos de una forma divertida, se pueden usar tanto en interiores como en exteriores, encajando perfectamente en salas sensoriales, salas de estimulación, centros de terapias, escuelas y el hogar.

     

    Estas bolas las puedes encontrar en tres modelos distintos:

    1.    Bolas sensoriales reflectantes

    Este modelo cuenta con 4 bolas de distinto tamaño y muy ligeras a pesar de estar elaboradas con un material tan resistente como es el acero inoxidable, el cual brinda una sensación térmica que va de frío a caliente, lo cual representa una gran experiencia táctil.

     

    Su color plateado es muy brillante por lo que es visualmente atractivo y capta rápidamente la atención, al contar con superficies reflectantes el niño puede ver su imagen y los elementos del entorno a través de ellas, pero al ser esféricas le dan al reflejo un efecto distorsionado muy interesante que despierta la curiosidad y el deseo por seguir explorando el material.

    Estos son algunos juegos que puedes realizar con ellas:

    · Hacer muecas mirándose en las bolas, esto ayuda al reconocimiento de su propio cuerpo.

    · Esconderlas y buscarlas en una caja de arena.

    · Observar cómo flotan en el agua, los juegos de ciencia gustan mucho a los niños.

    · Hacerlas rodar con la mano o el pie y perseguirlas, así se fomentará el movimiento y estimulará la coordinación.

    · Cargarlas, una por una y llevarlas de un punto a otro punto.

    · Ordenarlas por tamaño, del más pequeño al más grande o viceversa.

      

    1.    Bolas sensoriales reflectantes con sonido

    Al igual que las anteriores, se presenta en 4 tamaños distintos, tienen una superficie reflectante brillante y son lisas al tacto, pero la diferencia es que oculta algunos secretos en su interior que las hacen muy interesantes.

     

    Cada bola tiene un contenido distinto que, al moverlas, emiten un sonido diferente que puede ser opaco o brillante, corto o duradero. Además, los distintos elementos en su interior hacen que cada una de ellas se desplace de forma particular al hacerlas rodar.

     

    Si a ello le agregamos todas las propiedades que ya mencionamos en las bolas reflectantes se convierten en un gran material para estimular la vista, el tacto y la audición.

     


    Aquí algunas ideas de juegos que puedes realizar con ellas:

    · Sacudirlas y escuchar los diferentes sonidos.

    · Hacerlas rodar y observar su desplazamiento, estimular la capacidad de observación favorece el desarrollo de habilidades para el aprendizaje.

    · Hacerlas girar sobre su propio eje.

    · Colocarlas en una caja y empujarlas.

    · Ordenarlas por tamaño, del más pequeño al más grande o viceversa, una buena forma de introducir nociones pre-matemáticas.

     

    1.    Bolas sensoriales reflectantes explosión de colores

    Finalmente, tenemos este modelo que a diferencia de las anteriores cuenta con una superficie tornasolada muy hermosa que atrae rápidamente la atención y ofrece, además del efecto distorsionado del reflejo, una variedad de colores que la vista disfrutará tener como estímulos.

     

    Otro dato sobre las pelotas sensoriales es que son lisas al tacto, brindando seguridad al niño mientras lo manipula. Al ser robustos, se pueden sujetar con facilidad y permiten que el niño las explore y descubra sus características, así como sus formas de uso con total libertad.

     


    Los juegos que puedes realizar con estas bolas son las siguientes:

    ·  Mirar los objetos a través de las bolas y comentar lo que observa, de esta manera también se estimula el lenguaje.

    · Lanzarlas o recepcionarlas en movimiento mientras se observa el efecto de sus colores.

    · Hacerlas rebotar.

    · Ordenarlas por tamaño, del más pequeño al más grande o viceversa.

    · Meterlas y sacarlas de una caja, aprovechar para inculcar el orden

     

    ¿Por qué estimular los sentidos con las bolas sensoriales?

    -   Ayudan a aceptar estímulos del entorno a partir de las propias capacidades perceptivas.

    -   Potencian las relaciones positivas con los adultos y otros niños.

    -   Aumentan la curiosidad y el deseo por aprender.

    -   Propician la exploración y el movimiento.

    -   Mejoran la atención, la concentración y la coordinación.

    -   Ayudan al conocimiento del propio cuerpo.

    -   Promueven la interacción y la comunicación.

    -   Favorecen las situaciones personales a las que el niño debe enfrentarse.

    -   Mejoran el desarrollo físico, psicológico y emocional.

     

    Como pueden observar, las bolas sensoriales brindan múltiples formas de uso y se pueden complementar entre ellas para enriquecer la experiencia sensorial. La idea es aprovechar al máximo la capacidad sensorial del niño brindándole material diverso. Recuerden, conforme el niño vaya explorando el material irá descubriendo nuevas formas de uso porque a través de las bolas sensoriales su imaginación entrará en acción y podrá crear juegos que le permitan seguir disfrutando de ellas. ¡A divertirse!

     

    Juvitza Panez Salazar

    Lic. Educación Inicial

    Esp. Problemas de Lenguaje y Aprendizaje