Un ambiente con estímulos que activen los sentidos fomenta la exploración, da la oportunidad de experimentar diferentes sensaciones y expresar emociones.

Las salas multisensoriales cuentan con estímulos que favorecen la maduración del sistema nervioso, estos permiten al individuo entrar en contacto con el ambiente ayudándolo a tomar conciencia de los elementos que se encuentran en el entorno y por tanto ayudando al logro de aprendizajes a largo plazo que parten una motivación interna.

TIPOS DE ESTÍMULOS

En una sala multisensorial podemos encontrar los siguientes estímulos:

· Somáticos: trabajan las posibilidades perceptivas de la piel, la musculatura y las articulaciones. Al entrar en contacto el cuerpo con los distintos elementos del ambiente el individuo percibe diversas sensaciones como calor, frío, dolor, picor y muchas otras que le permiten conectarse con el entorno y percibirse a sí mismo, tanto al estar estático o en movimiento, en relación al estímulo al que se expone.

· Vibratorios: trabajan la propiocepción e interocepción, así como la audición por conducción ósea. Las ondas vibratorias que el cuerpo percibe producen efectos neuromusculares en zonas alejadas de la fuente de vibración logrando un efecto relajante gracias a que disminuye el tono muscular, ayuda a percibir la postura del cuerpo logrando movimientos más precisos y controlados, también ayuda a regular el estado de alerta, así como el estado emocional.

· Vestibulares: trabajan la estabilidad y el equilibrio. Los receptores del sistema vestibular están situados en la zona del oído interno, estos permiten que la imagen en la retina sea estable y logrando la estabilidad y equilibrio del cuerpo.  Los estímulos vestibulares también permiten diferenciar entre la ausencia y la presencia, así como entre la proximidad y el distanciamiento.

· Olfativos: trabajan la respiración. El objetivo de estos estímulos es lograr que los usuarios tomen conciencia del proceso respiratorio, además de descubrir el olfato como canal para conseguir información del entorno. Al incluir olores en las experiencias dentro de la sala se refuerza la atención y el nivel de alerta, además ayuda a ejercitar la memoria permitiendo al usuario evocar experiencias pasadas asociadas a los aromas que percibe.

· Gustativos: trabajan la estimulación del gusto, así como el desarrollo del proceso de succión, masticación, deglución y el control de la salivación. Permite que los usuarios conozcan diferentes sabores y los distingan, posibilita el uso de la succión y masticación de alimentos, ayuda a controlar la producción excesiva de saliva favoreciendo el proceso de deglución.

· Acústicos: trabajan la percepción sonora y acústica. Aprovecha la capacidad auditiva de cada individuo para ayudarlos a captar las ondas sonoras que producen los elementos del entorno permitiéndoles recoger información relacionada al sonido (intensidad, tono, timbre y duración).

· Táctiles-hápticos: trabaja el contacto y la manipulación. Es a través del tacto que el cuerpo accede directamente a la realidad, permitiendo conocer y discriminar diferentes propiedades de los objetos y materiales del entorno (texturas, densidad, temperatura, viscosidad, entre otros). También permite evocar cinestésicas, así como recuerdos y emociones ya que este sentido está muy ligado al ámbito afectivo. Favorece el desarrollo de la coordinación motora fina.

· Visuales: Trabajan la percepción visual, el campo visual y la visión periférica. Permiten percibir el mundo exterior sin necesidad de entrar en contacto directo, desarrollan la fijación, el seguimiento visual y la memoria, distinguir entre luz y oscuridad, ayudan a distinguir la profundidad y la distancia, así como el movimiento de los objetos.

· Comunicacionales: Trabajan la expresión verbal y no verbal. El primer canal de comunicación que se estimulará será el sensorial, es a partir de los sentidos que se produce la interacción con el medio permitiendo al individuo expresar sensaciones y emociones, incrementar las vocalizaciones espontáneas, seguir instrucciones, mejorar la atención e interactuar con otras personas.

IMPLEMENTACIÓN DE UNA SALA MULTISENSORIAL

Las salas multisensoriales debe ser un ambiente controlado que cuente con los recursos necesarios para la estimulación de los diferentes sentidos.

Vista

· Tubos de burbujas: sus luces, colores, sonido y vibración permiten la estimulación visual, auditiva y vibratoria que proviene del motor y el agua en movimiento. Con él se pueden realizar actividades de fijación y seguimiento visual, atención, memoria y anticipación.

· Fibras ópticas: ideal para estimular la vista, el tacto y la, propiocepción. Permite experimentar la presencia y ausencia de luz, ejercitar la motricidad gruesa y fina, además de trabajar la fijación y el seguimiento visual.

· Lámparas o Proyectores de imágenes: este material capta rápidamente la atención por la luz, los colores imágenes que se proyectan y el movimiento de estas, crean un ambiente relajante que propicia la reminiscencia y reconocimiento de elementos. Permite trabajar la memoria, la interpretación visual (comprensión), establecer relaciones, realizar descripciones y mucho más.

· Alfombras interactivas o con sensor de movimiento: su textura y extensión también permite la estimulación háptica, la propiocepción e interocepción, la intermitencia de las luces favorece el control visual y comprender la relación causa-efecto.

· Espejos: Estimulación visual, atención, capacidad de imitación y respuesta

Tacto / Propiocepción

· Pisos sensoriales (líquidos, con texturas):  permite percibir semejanzas y diferencias entre objetos, favoreciendo el desarrollo cognitivo.

· Bloques con distintas densidades y pesos: fortalece el tono muscular, el manejo del espacio y el control postural.

· Alfombras con diferentes texturas y/o densidades: además de favorecer la estimulación háptica propician la realización de movimientos en ella favoreciendo la propiocepción, el control postural y el desarrollo de la coordinación.

· Pufs, asientos y colchonetas: estos elementos ofrecen un espacio de apoyo y relajación, al tener diferentes formas, tamaños y densidades el cuerpo debe adoptar la posición adecuada para mantener la postura y equilibrio, favoreciendo la estimulación vestibular y propioceptiva, así como el tono muscular.

· Piscinas de pelotas: son una excelente opción para la estimulación del tacto y la propiocepción. Estas fomentan el movimiento y tienen un efecto relajante que ayudan a regular emociones y conductas. Si además estas cuentan con luces se sugiere que las pelotas sean transparentes para ayudar a que la luz pase a través de ellas convirtiéndose a su vez un atractivo estímulo visual.

Audición

· Música: incluir música de fondo que acompañe a los usuarios durante su permanencia en la sala, se sugiere que las pistas a elegir cuenten con características rítmicas variadas y pausas entre ellas, esto favorecerá la atención. Se puede incluir pistas con letra, pero deberá contar con un volumen bajo que no distraiga la atención de los demás estímulos. Si se coloca el parlante a la altura del usuario este podrá percibir la vibración, propiciando el movimiento y seguimiento de los ritmos. La música permite fomentar el lenguaje verbal y no verbal, percibir variaciones de volumen, así como la ausencia y presencia del estímulo. La música crea un ambiente relajante y estimula la capacidad tanto psíquica como física y emocional.

Olfato / Gusto

· Aromas: se recomienda el uso de aceites esenciales con fragancias variadas, emplear difusores de aromas, inciensos, velas o elementos perfumados, masas aromáticas, sacos con semillas o frascos DIY con diferentes aromas. Los aromas, además de estimular el olfato evoca recuerdos y emociones relacionadas a experiencias pasadas, favoreciendo de esta forma la memoria.

· Alimentos: se puede incluir un espacio con alimentos variados que presenten distintas características a nivel gustativo (sabores, texturas, densidades, entre otros).

Vestíbulo

· Balancines y mecedoras: son perfectos para desarrollar el equilibrio y la postura en un nivel bajo (a nivel del suelo).

· Hamacas y columpios: favorecen el control de la postura y el equilibrio en un nivel medio-alto (suspendido), además permite percibir la profundidad y reaccionar ante ella.

· Rieles de equilibrio: estos, de acuerdo con sus características, pueden manejar diferentes niveles del espacio, pero a diferencia de los anteriores el equilibrio y control postural es con el cuerpo en movimiento.

Los elementos de apoyo como asientos, colchonetas u otros deben estar presentes en las salas y ubicarse estratégicamente para garantizar la seguridad y para ayudar al usuario a apreciar mejor los estímulos, sobre todo aquellos que se encuentren fuera de su alcance visual como las proyecciones o elementos que cuelgan del techo y paredes, de esta manera se mejora la experiencia y se crea un ambiente de investigación placentera que motive a seguir explorando y descubriendo los elementos que se encuentran en el entorno.