Desde muy corta edad el juego nos ha acompañado como una forma de aprender y desarrollar distintas habilidades. Cada día de nuestra vida es una fuente inagotable de diferentes actividades como: escuchar, mirar, tocar, manipular, bailar, inventar, expresar, imaginar, crear, saltar y mucho más.
El juego forma parte de nuestra naturaleza, ya que es un acto natural, espontáneo y dinámico. Además, cumple un rol importante en nuestro crecimiento, salud física y emocional. Debemos reconocer que un niño que juega, es un niño sano y el adulto que juega, también. Esta gran verdad ha permitido que el juego sea reconocido como un derecho de los niños y niñas a lo largo de su vida. Incluso, el una edad adulta el hecho de seguir jugando nos permite continuar conociendo y descubriendo nuestra propia naturaleza en un entorno social.
Teniendo en cuenta esta premisa, queremos presentar una propuesta interesante sobre los juegos de mesa y sus grandes beneficios.
Enseñan a respetar normas: Es uno de los beneficios más importantes, porque permite a los participantes del juego conocer y aprender normas durante la dinámica. Como esperar su turno o acatar las consecuencias de alguna decisión. El respeto aprendido durante el juego se puede aplicar en la vida diaria, para las normas de casa, del colegio o de la sociedad.
Mejoran la capacidad de análisis: Durante el juego los niños podrán poner a prueba su lógica y análisis de diferentes escenarios. Podrán aplicar estrategias, coordinación, memoria y otras habilidades complementarias. Entre los juegos de habilidad destacamos: el Ajedrez, Juego de Damas, entre otros.
Fomentan la cooperación: En la mayoría de casos, los juegos de mesa se realizan por equipos, lo que contribuye a que los participantes puedan desarrollar habilidades como trabajo en equipo y cooperación.
Tolerancia a la frustración: Los juegos de mesa siempre tendrán ganadores y perdedores. Ambos escenarios traen distintas emociones en los jugadores. Frente a las derrotas es importante tomar una actitud de tolerancia y aceptación. Además, deben ser tomadas con calma y ser vistas como oportunidades para mejorar la técnica y lograr superarlas en el próximo juego.
Memoria y concentración: Estos juegos permiten que los participantes puedan mejorar de manera significativa su capacidad de concentración y su memoria. Lo más importante es que este aprendizaje se puede trasladar a un plano académico.
Toma de decisiones: Los juegos de mesa no solo logran crear un momento de diversión o un espacio para el entretenimiento, también brindan aprendizajes desde muy temprana edad, como reconocer diferentes obstáculos a lo largo del camino y cómo tomar una decisión para poder resolverlos.
Perder no es malo: Aprender a perder es un gran deporte. Debemos aprender junto a nuestros hijos el verdadero valor del juego. No importa si se gana o si se pierde en los juegos, lo valioso es poder ser parte de una experiencia única y divertirse. El niño debe aprender que hacer trampas no es divertido. Enfatizamos la importancia de la honestidad y de jugar siguiendo las reglas, para que todos tengan las mismas probabilidades durante el juego.
Mejora el conocimiento: Los juegos permiten mejorar conocimientos de lengua, matemáticas u otras materias dependiendo de la dinámica. Según la naturaleza del juego, los niños y niñas aprenderán a sumar, restar o a manipular las diferentes piezas de un juego. Los juegos de mesa que son educativos permiten el aprendizaje de algunas habilidades básicas, como conteo, lógica o agudeza mental.
Mejorar el pensamiento crítico: Cada juego donde el niño participa le va a permitir decidir estratégicamente cuales serán sus acciones y las consecuencias que tendrán. Mediante el pensamiento crítico podrán identificar las tácticas para ganar, capacidades de resolución, estrategias para superar al oponente, reacción frente a los movimientos de su contrincante, entre otras habilidades. Podemos mencionar algunos juegos como el Ajedrez, Las Damas y el Monopoly, los cuales permiten el análisis y potencian el pensamiento crítico.
Mejorar las habilidades sociales: Los juegos de mesa motivan a los niños a ser más sociables. Les permite utilizar su propio idioma y lenguaje para interactuar con total libertad de expresión. Las grandes amistades en muchas ocasiones nacen a partir de algún juego compartido. El juego permite la interacción entre niños independientemente de la raza, la religión o el color de la piel.
Mayor desarrollo cognitivo: Los juegos de mesa son una gran oportunidad para el desarrollo de las capacidades cognitivas de los niños. Por medio de sus diferentes mecánicas, es posible mejorar ciertas habilidades. Entre estas podemos mencionar: la motricidad fina en los juegos que requiere de colocación de piezas o la visión espacial, en juegos como los puzzles. Además, del desarrollo de la memoria, el cálculo, la imaginación y muchas más dependiendo de cada juego. Es por ello que cada vez existe un mayor número de docentes que identifican a los juegos de mesa como una herramienta educativa y de apoyo en el aprendizaje.
Juegos de mesa para niños caseros:
Juegos de Ajedrez y damas
Juego Ludo
Juegos de cartas
Juego de monopolio
Juegos de rompecabezas
Juegos de memoria y dominó entre otros.
También existen nuevos juegos de mesa que se enfocan en desarrollar la percepción y diversión en nuestro hijos como:
¡Este juego es super dulce! Los diferentes caramelos presentan diferentes combinaciones de hasta 3 colores.
La dinámica del juegos: Los niños lanzan los tres dados y deberán de buscar el caramelo que corresponda a los colores de los dados.
Los niños necesitarán tener mucha concentración y rapidez. El juego estimula la observación y el reconocimiento visual de las diferentes combinaciones de colores.
Este juego cuenta con 5 bloques por cada uno de los 5 colores (azul, verde, rojo, naranja y amarillo). Cada bloque tiene ilustrada la cara de un dado con un número determinado. Los niños deberán tirar ambos dados simultáneamente e ir construyendo la torre con los bloques que coinciden con el color y número marcados por los dados. El que consiga construir la torre más alta gana, ¡será todo un reto!
Es importante reconocer el valor de los juegos de mesa y su rol en el aprendizaje de los niños, gracias a ellos podrán desarrollar habilidades a nivel cognitivo y emocional. Los juegos les permitirán encontrarse con diferentes emociones, positivas y negativas. Es parte del crecimiento identificarlas con ayuda de los padres y empezar a aceptarlas como parte de su autodescubrimiento. Además, aprenderán valores, como la responsabilidad y la confianza. Podrán exteriorizar sus emociones, desarrollar pilares importantes para la autoestima, la autoconfianza y el equilibrio emocional.
Aunque a todos los niños de forma natural les encanta ganar, es a través de los juegos que lograrán aprenden a tolerar la frustración ante las derrotas. Es importante reconocer a los juegos de mesa como una herramienta para aprender, participar y divertirse en equipo.